Escuchalo Narrado:
¡Que Viva México! (2023, Bandidos Films)
Dir. Luis Estrada
Genero: Comedia/Drama/político
Duración: 3hr 18min
Clasificación: R
En el cine mexicano existen muchas historias del género rom-com (comedia romántica) que se han posicionado como el género favorito de las productoras, por ser mucho más fáciles de producir (por no decir baratas y simplonas) y “amigables” con el espectador. El cual hoy en día existe una sobreproducción de este género. Si bien el público agradece cuando un director se atreve a contar una historia diferente de un tono más serio o al menos que no caiga en lo mismo de siempre. Es ahí que personajes como Luis Estrada se han destacado a lo largo de los años por películas como El infierno o La ley de Herodes, que son de un tono más satírico político y que han gustado bastante. Ya sea porque Luis Estrada ha creado su propia forma de narrar sus historias que reflejan algunos aspectos de la sociedad mexicana, al igual que en la forma como va evolucionando la política y sus representantes. Ahora 9 años después regresa con su más reciente largometraje, <¡Que Viva México!>, el cual el mismo Estrada dice que es la película más ambiciosa de todas las que ha creado.
<¡Que Viva México!> Trata sobre un hombre llamado Pancho, quien viaja con su esposa e hijos a su ciudad natal después de la muerte de su abuelo, donde se produce el caos con sus familiares por la herencia.
Claramente <¡Que Viva México!> es la película más ambiciosa de Estrada pero no la mejor lograda. Si bien películas como La Ley de Herodes que derribó tabúes políticos y señaló abiertamente al PRI, partido hegemónico, como emblema y escuela de la corrupción en México, al igual que El Infierno macabra y esperpéntica crónica de la violencia adicional que generó la guerra emprendida desde el gobierno contra los carteles de la droga en el sexenio de Felipe Calderón. En <¡Que Viva México!> no existe una ácida crítica, si no todo lo contrario, es muy floja la crítica que se hace y es casi como si Estrada le diera miedo o más bien no tuviera un interés en criticar a este sexenio, si no al pueblo. Sin mayores sorpresas en su habitual recurso a volverse una vistosa pasarela de estereotipos y lugares comunes sobre la naturaleza del ser mexicano: resentido, corrupto, sentimental, resignado, poco agraciado y mal hablado; en definitiva, impresentable, sino la dispersión tan caprichosa de los blancos en la habitual crítica social de Luis Estrada.
Con tantos flancos abiertos como ofrece una figura presidencial como la actual, tan protagónica como controvertida, por qué se contentó el director con señalar en <¡Que Viva México!> algo tan burdo como el cliché de un pueblo bueno y sabio muy fácil de corromper en su ignorancia, atribuyéndole de paso un insaciable apetito de codicia, o suponer, con ingenuidad sorprendente, que la polarización social apenas surgió en este sexenio, cuando figuraba subyacente en La dictadura perfecta, donde el título aludía a la eficacia de un sistema de gobierno especializado en fabricar la ilusión de una armonía social perfecta, mañosamente alejada de toda idea de polarización. El resultado de la deliberada indefinición política de Estrada es que su esfuerzo todo abarcador por transformar la crítica social en una ambiciosa farsa irreverente, ha dejado insatisfechos lo mismo a los anti-obradoristas iracundos que esperaban ver en ella una embestida satírica contra un gobierno pretendidamente perpetuador de viejas impunidades y abusos, que a los propios defensores de la 4T (cuarta transformación) que muy poco tendrán que objetar a una crítica tan descafeinada como la que ahora ofrece el cineasta Luis Estrada. Queda una película insípida y llamativa, atenta al muy rentable morbo colectivo, y tributaria de fórmulas narrativas tan gastadas hoy como su malogrado intento de denuncia política.
Por otra parte las actuaciones carecen de realismo, se desaprovecha a lo grande a un elenco que en su mayoría son grandes actores y que incluso llegas a odiar y terminas hastiado de todos los personajes, ninguno se destaca y en general parece que no hay un esfuerzo de por medio para darle más seriedad al tono de la película y a la vez de estos personajes tan mal desarrollados, que como comenté previamente se convierten en mero estereotipo con humor decante y añejo que probablemente en los principios de los dosmil hubiera sido divertido, hoy en día se siente vacío e innecesario este humor.
Reparto: Damián Alcázar, Alfonso Herrera, Joaquín Cosío, Ana Martín, Ana de la Reguera, Sebastián García, Edwarda Gurrola, Adriana Louvier, Vico Escorcia, etc.
Es una pena que <¡Que Viva México!> no nos dio lo que tanto se nos estaba vendiendo, una película arriesgada y de un tono ácido potente que nos dejaría un mensaje fuerte de este sexenio y como este repercute en la sociedad, pero solo se quedo como un boceto blando, lento y poco entendible del ser chairo o ser fifi, sin más nada astuto que decir.
Y bueno cuéntame en los comentarios si ya la viste, ¿Te gustó? ¿No te gustó?.
Una vez más muchas gracias por leerme, nos vemos en otro post. ✌🏽