Escuchalo Narrado:
Bardo: Crónica Falsa de unas cuantas verdades (2022, Netflix)
Dir. Alejandro G. Iñárritu
Genero: Comedia/Drama
Duración: 2hr 54min
Clasificación: B
Varios directores a lo largo del cine han hecho películas autobiográficas con una porción de realidad y otra dramatizada. Contado a través de un personaje ficticio que aparentemente no tiene nada relacionado con el director pero podría decirse que muchos son Alter egos de estos directores. Recientemente lo vimos con Belfast de Kenneth Branagh, en donde veíamos una parte de su infancia al igual que con Roma de Alfonso Cuarón o la mítica 81/2 de Fellini (que en su momento fue aclamada por la crítica), y así podría mencionar varios ejemplos más. Ahora Alejandro Gonzales Iñárritu, no trae Bardo: Falsa crónica de unas cuantas verdades. Un viaje surrealista y bastante autocrítico, pero ¿es su mejor película?.
Bardo es una comedia nostálgica en el marco de un viaje épico.una una crónica de incertidumbres donde el protagonista, un reconocido periodista y documentalista mexicano, regresa a su país enfrentando su identidad, sus afectos familiares o la absurdidad de sus memorias, así como el pasado y la nueva realidad de su país.
Bardo es un viaje surrealista en su máxima expresión. Dicho esto, Iñárritu hace una autocrítica feroz a su persona y su trabajo. Eso implica que se critica como padre de familia ausente y la doble moral sobre criticar un país ajeno en donde ahí mismo lo premian y celebran. Creo fielmente que este es un trabajo bastante ambicioso pero al igual que egocentrista (Ya que habla de él mismo). Pero estamos hablando sobre un director que constantemente es reconocido por ser tan meticuloso que hasta parece abrumador el nivel al que llega para poder reflejar su visión.
Claro hay mucha ambición y ego en la película pero eso es parte de lo que hace que sea el director que hoy en día es. Pero de igual modo podemos verlo en una intimidad en la que nunca lo habíamos hecho. Sus debilidades, sus frustraciones, su familia, sus más profundos deseos. Eso al menos en mi opinión hace que la película tome más sentido y aunque por momentos utiliza esas debilidades como defensa a la hora de la crítica, es cierto que en algunas escenas llegas a conectar con sus profundas melancolías e incluso saca una que otra risa.
Como sabemos uno de los temas en los que últimamente Iñárritu ha estado inmerso o al menos parece estarlo, es en la migración. Hace algunos años Iñárritu sacó una experiencia virtual (Carne y Arena) en donde invitaba a sumergirse por un momento en la dura vida que conlleva ser un inmigrante (que irónicamente el país donde se deportan a más inmigrantes en el mundo, lo premió con un Oscar). Ahora en Bardo nos arroja a este tema. El ser de un lugar pero al mismo tiempo no ser de ningún lado creando una fractura de identidad, incluso él se integra a esta narrativa, obviamente desde un privilegio (el cual acepta) pero de igual modo válido en sus diferentes vivencias, una situación anímica que Iñárritu comparte con todos los migrantes independientemente de las condiciones socioeconómicas que envuelven esa migración.
Por otra parte Iñárritu no es conocido por ser un personaje que se dedique a tirarle a un determinado funcionario o grupo político en específico, pero si vemos algunos temas generales de la historia de México que son revisitados por su visión y el cual pueden llegar a tomarse como intrusivos. Ya que estamos hablando de un Director que tiene años de ya no residir en México pero eso no lo excluye de querer expresar su opinión ante estos temas. Al final alude al arte y el arte siempre trata de expresar la vida desde la forma subjetiva en la que percibe el autor su entorno, ya sea erróneo o no.
Ya sin necesidad de demostrarle nada a nadie, el mexicano entrega con Bardo su filme más honesto y personal. Un ejercicio delirante, surrealista (influencia y homenaje a Fellini) y a veces sin sentido con una exhibición técnica sólo comparable con sus piezas de publicidad. Una sobredosis de ideas en su mayoría chocantes, que al mismo tiempo derraman ego y belleza.
Las actuaciones son muy buenas pero claramente se destaca y por mucho Daniel Giménez Cacho en donde una vez más demuestra que es un actor con mucho talento y de sobra.
La parte técnica está todo en un punto tan perfecto que por momentos parece irreal. La fotografía es una de las cosas más destacables del filme y sin duda es una belleza de ver en una pantalla grande.
Reparto: Daniel Giménez Cacho, Griselda Siciliani, Íker Sánchez Solano, Leonardo Alonso, Andrés Almeida, Ximena Lamadrid, Ruben Zamora, Fabiola Guajardo, Omar Leyva, Grantham Coleman, Mar Carrera, Edison Ruíz, Francisco Rubio.
Bardo no es la peor ni tampoco la mejor película de Iñárritu, pero sí es un ejercicio personal y honesto de lo más profundo de él. Puede que parezca y sea egocentrista pero la autocrítica al final siempre será auto contemplativa a mayor o menor nivel no importando el personaje.
Y bueno cuéntame en los comentarios si ya la viste, ¿Te gustó? ¿No te gusto?.
Una vez más muchas gracias por leerme, nos vemos en otro post. ✌🏽